La caries es una patología compleja en la que intervienen muchos factores. En su fase inicial, aparecen pequeños cambios moleculares que, si no se tratan, pueden derivar en una destrucción avanzada del tejido. La evaluación del riesgo de caries es un método de prevención que tiene como objetivo resaltar el conjunto de factores que componen el nivel de riesgo de un paciente. En función de este nivel de riesgo, existen determinadas intervenciones que puede recomendarle a su paciente para prevenir las caries antes de su aparición, así como para revertir (o detener) su evolución en la etapa más temprana posible.
Evaluar el riesgo de caries dental
Resulta importante establecer la diferencia entre un diagnóstico y una evaluación del riesgo de caries. Un diagnóstico tiene como objetivo buscar pruebas que demuestren la patología existente. Una evaluación del riesgo de caries tiene como objetivo buscar la presencia de factores que pongan a su paciente en riesgo de desarrollar caries dental.
El cuestionario de Evaluación del Riesgo de Caries (Caries Risk Assessment) para menores de 6 años y para mayores de 6 años presenta una lista de condiciones para la evaluación del riesgo de caries, entre los que se incluyen:
• El nivel de exposición al fluoruro
• Cariesen la familia directa
• Conductas alimentarias tales como el consumo de altas cantidades de azúcar
• Condiciones de salud como trastornos alimentarios o el abuso en el consumo de drogas
• Patologías clínicas como la xerostomía (sequedad bucal) o superficies radiculares expuestas
• Necesidades específicas de atención sanitaria que impiden mantener una higiene bucal adecuada.
Dado que los factores de riesgo de desarrollar caries pueden variar con el tiempo, recomendamos que se realice una evaluación del riesgo de caries en cada consulta de salud bucodental rutinaria para favorecer una detección e intervención tempranas.
Por qué se debería realizar una evaluación del riesgo de caries a todos los pacientes
Las caries siguen representando una de las principales preocupaciones en materia de salud pública a pesar de ser una patología prevenible. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EUA (CCPEEU), las cifras del predominio de la caries dental en los Estados Unidos son:
- del 45.8 % en sujetos de entre los 2 y los 19 años
- de alrededor del 90 % en personas entre los 20 y los 64 años
- del 96 % en personas de 65 años o más.
Estos datos demuestran que pacientes de todas las edades pueden salir sumamente beneficiados de una evaluación periódica, proactiva y sistemática del riesgo de caries. En definitiva, podemos afirmar que el nivel de riesgo en la prevención y la gestión de las caries contribuye a mantener y mejorar la salud bucodental de los pacientes y los resultados, así como a favorecer la realización de intervenciones en una fase temprana de forma más rentable.
Métodos para evaluar el riesgo de caries
Cuando se identifica a un paciente en riesgo de presentar caries, la ADA recomienda las siguientes intervenciones.
Aplicación tópica de flúor
Una revisión sistemática del año 2013 publicada por la ADA apoya el uso de agentes tópicos de fluoruro de venta con altas concentraciones de fluoruro y de venta con receta para la prevención de las caries en pacientes de riesgo. Estos efectivos agentes incluyen tratamientos de aplicación en el consultorio dental.
Control de la biopelícula
Dado que la caries dental es una patología mediada por la biopelícula, este es otro factor de suma importancia en la prevención de la caries dental. Es fundamental el seguimiento y la formación de aquellos pacientes con riesgo de desarrollar caries dental para establecer rutinas óptimas de higiene bucodental y ayudarles a reducir la frecuencia y las cantidades de consumo de carbohidratos fermentables.
Aplicación de selladores de fosas y fisuras
En las superficies oclusales de los molares permanentes en niños y adolescentes existe un factor capaz de favorecer el crecimiento de la biopelícula y aumentar el riesgo de caries: las fosas y fisuras. La función de los selladores consiste en prevenir las caries dentales y detener las lesiones no cavitadas. Una revisión sistemática del año 2016 hecha por la ADA y la Academia Estadounidense de Odontología Infantil (American Academy of Pediatric Dentistry, AAPD) recomienda el uso de selladores de fosas y fisuras en las superficies oclusales de los molares de leche y permanentes en niñas, niños y adolescentes con lesiones sanas o no cavitadas.