¿Alguna vez ha ido de compras y se le ha acercado un vendedor o vendedora a mostrarle justo lo que estaba buscando? ¿Le dio el artículo sin preguntarle su talla, qué está buscando o por qué está ahí? Como profesionales de la salud, puede llegar a pasar que creamos saber qué es lo que nuestros pacientes quieren o necesitan. Sin embargo, en lugar de asumir, necesitamos detenernos y escuchar. Hacer las preguntas apropiadas nos puede ayudar a hacer las recomendaciones adecuadas.
Escuchar de manera profesional
Trabajamos en una profesión donde una buena parte de nuestro trabajo es repetitivo. Hay días en que estoy trabajando y cruzo los dedos por que mi paciente en el consultorio de al lado no me pueda escuchar. Hay muchas veces en que me doy cuenta de que estoy diciendo las mismas cosas una y otra vez. Trato de recordarme que las preguntas que hago me permiten ayudarle a uno de mis pacientes. Aunque muchas de mis preguntas podrían sonar parecidas, las respuestas de mis pacientes cambian. Estas respuestas me llevan a hacer la siguiente pregunta. Es por eso que es importante escuchar esas respuestas. Son ellas las que me dan indicaciones acerca de las necesidades de mi paciente.
En el mundo de los negocios, escuchar y aprender a entender correctamente una pregunta se verá reflejado en el éxito que tengamos. En el área de la atención médica ocurre lo mismo. Escuchar a nuestros pacientes nos permitirá recomendar exitosamente los cuidados personalizados y los productos para uso en casa que son necesarios en cada caso.
Ganar respeto
¿Sus pacientes respetan sus recomendaciones? Optar por escuchar antes de hacer cualquier recomendación le ayudará a su paciente a confiar en lo que usted está diciendo. Su impresionante conocimiento podría caer en oídos sordos si interrumpe a su paciente. A las personas les gusta ser escuchadas. Es más probable que su paciente siga sus recomendaciones si siente que sus problemas han sido escuchados. Si un paciente le dice que tiene sensibilidad y usted descubre que tiene un alto riesgo de padecer caries, podría recomendarles una pasta dental con alto contenido de flúor. Puede resolver los dos problemas con una sola recomendación adecuada, y puede decirle a su paciente que su recomendación de usar una pasta dental con alto contenido de flúor también le ayudará a prevenir las caries, y que le está haciendo esta recomendación en particular debido a su nivel de riesgo de tener caries. Después, puede informarle a su paciente que esta pasta dental fue formulada específicamente para tratar su sensibilidad.
¡Asuma que hay algo más!
Creo que muchos pacientes tienen preguntas que no quieren o no se atreven a preguntar. Un motivo por el que sus pacientes podrían no hacer preguntas es que no entienden la terminología médica que usted usó. Aunque debemos ser profesionales, tenemos que seguir usando un vocabulario que sea claro para nuestros pacientes. Dele a su paciente permiso para hacer más preguntas. En lugar de terminar la consulta preguntando "¿Alguna duda?" pregunte "¿QUÉ dudas tiene usted?" Esto le hará saber a su paciente que puede y debe hacer más preguntas. Usted espera que así sea.
Conclusiones
- Escuche a sus pacientes antes de recomendarles cualquier producto. Ponga atención a las respuestas de sus pacientes, ya que esto le ayudará a formular la siguiente pregunta.
- No haga recomendaciones "unitalla". Use recursos como Colgate Professional Direct para hacerles recomendaciones personalizadas a sus pacientes que sean convenientes y se ajusten a sus necesidades.
- Dele a su paciente permiso para hacerle más preguntas.
No asuma que sabe lo que su paciente necesita con base en su título académico y lo que usted ve a primera vista. Escuche. Cuando escuchamos a nuestros pacientes, abrimos la puerta para que ellas y ellos quieran escucharnos también.